Jugando entre jugones: Melón con Jugón

¡Hola parejitas jugonas!

Hoy vamos a hacer algo distinto. Hoy no reseñaremos un juego ni una convención. Haremos algo entre medias. Vamos a reseñar (si se le puede llamar reseñar) una quedadilla entre  jugones de la blogosfera lúdica de por aquí.

Este fin de semana conseguimos quedar al fin después de algunos intentos (eso nos pasa por vivir medianamente lejos, ya que ellos están en Francia).

Y vamos a empezar a contar las experiencias desde el mismo comienzo:

Nos despertamos tempranito para ponernos en marcha, cogemos el tren (que hacía mucho que no lo cogíamos, pero al fin nos volvió a hacer falta) y empezamos el viaje. Lo bueno que tienen los trenes es que si pillas la mesita (habrá que partir tibias, pero se puede lograr) puedes echar unas partidillas para hacer que el tiempo pase más deprisa.

En el tren pudimos jugar a un Mamma Mía (uno de mis juegos favoritos de tren, que permite echar una partida tras otra con grandes risas y piques), un Onirim a dos jugadores (perdimos como ratas, pero qué se le va a hacer, nos comieron las pesadillas) y un Passing Shot (que perdí dándome tortazos contra la red).

Desayunando en el tren con un Mamma Mía

Y hablando y hablando llegamos a la estación (hablando y leyendo la Cuore… que es ya costumbre) y entonces nos encontramos por primera vez. Madre mía qué guapísimos que eran los colegas del blog “Melón con Jugón”. Nos reciben entre abrazos y besos. Gente acogedora sin parangón.

Y con su coche vamos a recoger a “Melón”, la estrella del blog. Llegamos a la casita que tenían preparada con juegos ,galletas ,estufitas ,una mesa y cocalocas. Y volvemos a jugar, porque somos unos viciao. Mientras Melón pedía atención y nos daba besitos y se enfadaba si no le prestábamos atención.

Hive Galletas personalizadas

Y por esto son personalizadas. ¡¡Y las mías de chocolate!!

¡NOS REGALARON UN CATÁN DE CARTAS!

Empezamos enseñándoles nuestro Reta-les, que aunque no sabemos explicarlo bien, al final nos entendimos (aunque no sabemos si lo entendieron bien, pero esperamos que sí). Cuando terminamos las partiditas de Reta-les nos sacaron un Crokinole (magnífico juego se ponga donde se ponga). Muchas gracias por tenerlo, nos encanta jugar a este juego y no siempre hay ocasión.

Y empezamos con sus juegos. Para empezar un Hab&Gut. Nunca habíamos probado el juego, y me da pena que no sea para 2 jugadores, porque tiene unas mecánicas muy chulas, como los sujeta-cartas que sólo pueden ver dos o el hecho de que quien haya dado menos dinero a sus clientes pierda automáticamente (como me pasó a mi). Aunque tampoco hay que pasarse, que quien gana es quien más dinero tenga. Buena combinación de gastar y comprar, y mucho putear.

Antes de acabar la partida (que dejamos a un plin de acabar), los padres de Rafa nos vinieron a hacer una paellaza para seis que comimos entre cuatro.¡¡¡ Muchas gracias mamá de Rafa!!!

Y luego más dulces (de aquí de Linares) y un poquito de turismo. Alcazar de San Juan es una tierra pequeñita pero muy coqueta. Tiene varios lugares que merecen un vistazo y dos, como sus molinos (como andaluz no se me ocurre algo más típico de Castilla la Mancha)  y sus múltiples monumentos y construcciones. Además, hay gente que dice que allí nació Cervantes. Yo no digo ná’.

Aquí podemos ver el lugar de nacimiento de Cervantes… o eso dicen…

Y volvemos a casa, a seguir jugando. Y en ese momento les seguimos sacando lo que teníamos (que nos llevamos mi mochila roñosa llenita de juego) para poder enseñar.

Fueron cayendo un Toma 6, un Ligretto, un Kakerlatensalat y un Identik. Todos esos juegos ligeritos y luego nos tocaba algo con más gracia. Pero antes un poquito de tarta helada.

Los dos jugones más divertidos de Castilla

El plato más fuerte (y para mi más divertido, tanto que no pude parar de reír al final) fue el Galaxy Trucker. Ese juego creemos que caerá muy pronto, ya que hemos descubierto una combinación de mecánicas divertidísimas, con muchos colores, muy visual y lleno de componentes preciosos. Y no se necesita mucho más para convencernos. Ha sido un juegazo, y la última ronda, cuando todos mis compañeros perdieron su tripulación menos yo, que pude hacer la ronda solito, y llegar y ganar 20 puntos; fue el punto de gracia (o la guinda del pastel) de una tarde espléndida.

Y ya antes de irnos, nos prepararon unos bocadillos para el viaje (si es que son más majísmos que las pesetas, y lo decimos desde el corazón). Nos llevaron a la estación y nos tuvimos que despedir de ellos, con la sensación de haber encontrado a dos personajes espléndidos.

A la vuelta, nos tomamos los bocatas, jugamos un Linja y hablando hasta casi caer rendidos.

En resumen ha sido una sesión espléndida de juegos con otra parejita jugona (y un gruñoncete). Si teneis la oportunidad de conocerlos en alguna jornada, no dudéis con acercaros. Una gente cálida y acogedora, que te hace sentir como en tu misma casa. Un día perfecto como ya no te encuentras tantos.