Proto-juego de hoy: Braintown

¡Hola parejitas jugonas!

—Mensaje recibido—

—Preparando descarga y aniquilación de humanos—

—No olvides las palomitas… esto va a ser divertido—

Hoy nos vamos a una ciudad donde las ardillitas trotan junto a niños de pelo rubio alegres, sin una preocupación en el mundo, donde el policía habla con el ladrón y estos con los militares, y ninguno espera su repentina muerte a manos de unos alienígenas come cerebros. Hoy jugamos a Braintown.

Nº Jugadores: 2 – 5

Creador: Daniel Ramirez

Tiempo de juego: 30’ minutejos

En el juego de hoy nos ponemos en la piel… bueno, en las membranas gelatinosas de unos simpáticos alienígenas que con todo el placer del mundo han venido a pasar un buen rato con nosotros. Y como les gusta eso de las visitas culturales (por eso de ser cerebros voladores, más que nada) han preferido eliminar  a una buena parte de nuestra simpática gente.

El juego lo componen 6 dados y un taco de 30 cartas de personajes y algunas cartas de objetivo y recompensas.

Las 30 cartas de personaje representan ciudadanos de la ciudad de distintas escalas sociales y con distintos empleos (desde juez, policía, militar hasta ladrón, banquero o alcalde). Estas cartas tienen unas habilidades especiales, así como un marcador de vida y un diseño de lo más molón. Nunca he visto el rosa quedar tan genial.

Luego tenemos las cartas de objetivo, que nos obligarán a eliminar a unos grupos determinados de personas. Por ejemplo, eliminar a todos los militares y a todos los ladrones. O eliminar a 3 de cada. Cada objetivo es diferente, y siempre debe sobrar uno (por eso de que no se sepa a por qué vas y se permita el faroleo). El resto de cartas sirven para animar a comenzar a matar a los jugadores, ofreciéndoles recompensas de dados extra.

Para comenzar, colocamos todas las cartas de personaje bocabajo en una cuadrícula de 6 de alto por 5 de ancho. Luego tiramos un dado por cada fila. El resultado que aparezca será la carta que desvelaremos, para comenzar con al menos 6 cartas desveladas, una por fila. Luego repartimos los objetivos, colocamos los dados y las cartas de recompensa a una distancia cómoda para todos, y comenzamos a jugar.

Fayzah y tazas no incluidas

Durante el juego, deberemos lanzar los dados encima de la cuadrícula, intentando atinar a colocarlos en los objetivos que nos interesan. Esto requiere de más habilidad de la que parece. Una vez lanzados los dados (como te dé la gana, pero siempre todos a la vez), con ellos podremos:

Gastar un dado que toque una carta para subirnos esa carta a la mano. El subirnos la carta a la mano permite activar la habilidad de la carta. Para activarla, debemos pagar el coste.

Utilizar dados para pagar el coste de las habilidades. Puedes realizar tantas habilidades como puedas pagarte, pero sólo 1 por carta que hayas subido. Esto te obliga muchas veces a decidir si prefieres gastar ese 6 en subir una carta que deseas con ansia, o si es mejor arriesgarte a descubrir que hay debajo de una carta no desvelada y pagar su coste. Los costes son siempre 7 u 11. Cualquier dado que se salga de la mesa vale 1.

Si pagamos el coste y activamos la carta, colocamos la carta bocarriba en cualquier hueco libre del tablero, y realizamos su acción. Con todas las cartas que tengamos en la mano que NO paguemos el coste, podemos devolverlas bocabajo y colocarlas en cualquier hueco libre del tablero (a menos que otra carta lo prohíba).

Vamos haciendo esto hasta que uno de los jugadores cumpla su objetivo de eliminar a los personajes necesarios. En el mismo momento de que esto ocurra, ese jugador gana la partida.

Mierda, ¡ya se nos han colado!

El juego combina habilidad con un poco de estrategia alocada, intentando que las habilidades de los distintos personajes así como los dados que lances comben a la perfección permitiéndote eliminar a tus objetivos más rápidamente. Hay azar, obviamente, pero se ve mitigado por la diversión y las risas. No es un juego de estrategia pura, ni lo intenta. Es más, sus ilustraciones tipo comic te avisan desde un principio que este es un juego para reírse.

Si alguna cosa no me termina de gustar (o más bien no le veo utilidad) es la posibilidad de usar cerebronio desatado para poder lanzar unos dados extra, revelando tu objetivo, y así intentar conseguirlo antes. No sólo esto es bastante complicado (ya os digo, no es tan fácil como parece), sino que en las cartas encima ocupa un trozo de diseño para sólo esa pequeña habilidad. Nosotros no hemos llegado a usarla más que una vez, y la verdad, ni merecía la pena.

También es cierto que jugando dos jugadores, guardar los objetivos de manera oculta es un poco complicado, porque a la segunda carta consecutiva que mates de un mismo tipo, ya se sabe a por quien vas. Y además, no hay mucha gente para impedirte realizar tus objetivos. Y si no corres, ya lo hará el otro.

El factor de memorizar las cartas, y poder moverlas y demás, me ha gustado bastante. Le da una dinámica interesante. También me parece curioso como según avanza la partida, siempre tendíamos a reducir el espacio de tiro (a una cuadrícula de 5×5) en lugar de dispersar las cartas. Se ve que los dos somos malos tira-dados y no queríamos arriesgar.

Opinión de Fayzah: Parece un chorrijuego, pero no os dejéis engañar, no lo es. Necesitas una buena dosis de puntería a la hora de tirar los dados (no incluida en mi persona), un poquito de memoria para acordarte de la posición de las cartas y estrategia, para no bloquearte a ti misma cartas que debes eliminar.

Opinión de Farko: Un juego que mezcla habilidad, memoria y un poquito de ese saborcito a combo de cartas. No está nada mal, unas ilustraciones y unos diseños muy cuidados y un tema que ya de por sí invita a echarse al menos 1 partida… que no será nunca sólo 1.

Y para ir descargándolo:

Cartas

Dorsos

Reglas

¡Hasta la próxima entrada!