Jugando en la biblioteca (II)

¡Hola parejitas jugonas!

Otro día más, un montón de juegos nuevos, un montón de niños nuevos y una bajada de edad considerable. Empezamos.

Y estos fueron los elegidos hoy:

Empezamos nosotros dos jugando un Linja esperando para que llegaran los niños. Una partida y en nada ya teníamos a uno nuevo preguntando. Madre mía, creamos afición.

Revisando la lista de niños, la cual ya nos falta hoja para apuntar. Este día ha sido productivo.

HALLI GALLI

Un juego con campana convence a quien sea. Para niños de todas las edades y adultos también. No hay quien se resista. Es más, en este han preguntado incluso que donde lo hemos comprado. Un juego que en España se vende por una burrada y en Alemania sale por dos duros. Esta vez, casi mejor en alemán. Muchos niños jugando, pasándose el tope de jugadores. Les ha encantado sin duda.  El juego no tiene casi nada, es intentar localizar las 5 frutas iguales y darle a la campanita. Quizá para cualquier otra biblioteca no sea recomendable.

ANIMAL SOBRE ANIMAL ( versión 2 JUGADORES)

Un juego de aspecto infantil, de Haba que es editora infantil por excelencia, que no va tan bien con niños como pareciese. ¿Por qué razón? Porque los muy pequeños no son capaces de estabilizar los cuatro animales, convirtiéndose aquello en un acto imposible por parte de ambos contendientes. Con niños de entre 8 y 12, perfecto, pero cuando bajamos la edad (5-7) no eran capaces de conseguirlo por sí solos. Complicado, aunque a los que les salía bien la montañita se quedaron con ganas de volver a jugar.

TASSO

Hoy para los más pequeños trajimos el Tasso, un juego de colocar fichitas de madera apiladas, con algo de estrategia de colocación y un poco de habilidad. Con una mami (primera mami jugona que además dice que tiene algún juego de Habba en su casa) y sus dos retoños los hemos puesto a jugar a esto. Los niños uno de 4 añitos y otra de 7. Peques que han disfrutado por ser un juego sencillo de explicar, jugar pero no de ganar. Volverá sin duda.

MAKE & BREAK (small edition)

Otro de intentar montar fichitas (si la semana pasada eran juegos simultáneos, esta semana se lleva la palma la madera). Lo pueden jugar de 2 a 4. Este ha sido un éxito y se quedará en nuestras filas. La compatibilidad de edades y el poder adaptarse a los distintos jugadores le dan un puntazo increible. Muy bonito, colorido, de montar torretitas de colores en un tiempo determinado por un dado… vamos, un nicho de bondades. Otro que les ha gustado (sobretodo por eso de tirar la torre).

PINGÜINOS

Juego de Edge que esperábamos que sentara un poco a los jugadores y nos ayudara a hacerles entender el hecho de jugar por turnos relajadamente. Y sí, lo ha conseguido. Para el que no lo sepa, Pingüinos es un juego de control de areas a través del movimiento de 4 simpáticas fichas de pingüino. Tomando los pescaditos del hielo, van eliminando el suelo bajo sus pies. Ahí han descubierto el hecho de bloquear al rival, guardar zonas para coto privado de pesca, atascar los otros pingüinos… La verdad es que han sabido jugar bien, e incluso les ha gustado. Quizá lo que les falta es aprender a recoger el tablero después de jugar, que para eso no están tan dispuestos.

BANJOOLI XEET

Triunfador de la noche. Los ha mantenido atentos, han aprendido a «marcarse un farol» (más o menos…) y los ha dejado con ganas de más. Un juego que busca llevar una carrera de avestruces, donde no sólo tienes que hacer que llegue tu avestruz, sino intentar que lleguen en un orden determinado y evitar que tus compañeros te lo fastidien. Lo mejor de todo es que los niños no tienen malicia. Cuando las avestruces se han quedado encantadas, las desencantaban, pero ninguno ha ido a hacerle una faena a sus compañeros. Han sido buenos, se ayudaban de vez en cuando y se encariñaban de algunas avestruces y todo. Una experiencia jugar con niños tan pequeños. Han pedido que vuelva, que quieren volver a jugar. Las bayas y su efecto aleatorio ha sido un puntazo para ellos. El hecho de que haya cosas en el terreno, de poder elegir entre dados, de poder elegir a quien avanzar… todo un descubrimiento. Teníamos dudas de si sería complicado para que lo entendieran, pero para nada, ha sido coser y cantar (con niños de 9-12).

LINJA

Jugando con un desparejado mientras acababan las partidas. Le ha gustado, aunque afirma que las damas se le dan mejor (a buena hora hice yo una comparación). No estoy muy seguro de si se ha enterado (jugando contra mi), pero creo que le ha gustado, aunque ha preferido no repetir. Un juego abstracto que a mi personalmente me encanta, y que parece que puede servir para que algunos amigos se echen una partida. Es sencillito y los componentes son llamativos. Jugado con un niño de 11.

JUEGO QUE REPITEN:

Hombres Lobo de Castronegro: afición es poco. Tienen un vicio fanático. Se han hecho el juego en su casa. Esto ya es oficial, este juego es una «droja». Pero lo mejor de todo es que les encanta con muy pocos jugadores. Como les gusta jugar es a una noche, desvelar los poderes y señalar al lobo. Jugar en un turno… quien lo hubiera dicho. Quizá debería buscar el juego de Ajo y Agua de Darbel para comparar. Hoy les hemos enseñado a Cupido y al Anciano (de la expansión). Cupido ha salido ganando como favorito. Deseosas ellas de ser cupido y señalar a «los novios». Me han preguntado (como curiosidad) si se podían emparejar «niñas con niñas… lesbia…jijijiji…». Obviamente, este juego ofrece igualdad en la elección de tu sexualidad asignada, así que se lo han pasado bomba. Y para un sólo chico que jugaba, se picaban las unas con las otras emparejándose con el niño para humillarse entre ellas y pasar verguenza. Muy curioso el efecto de Cupido en las niñas (que eran mayoría), sobre todo en las de entre 9-12. Será la edad.

Dobble: Sigue siendo un escogido para pasar el rato. Cuando no hay nada más, siempre se acude a este pequeño (el pobre está más manoseado que el pasamanos del metro). Sigue ofreciendo risas y diversión. Sigue en pie.

Otra cosita curiosa es la volatilidad de los niños. De un segundo a otro deciden jugar a una cosa o a otra, así como la envidia y ganas de jugar al juego que juega el otro. No había manera (a los más pequeños) de hacerles entender (que tenemos que trabajar en esto) que cuando uno se pone a jugar una partida, la debe jugar hasta el final. Es un reto que nos queda.

Por lo demás, algunos no han podido salir (no ha habido tiempo) así que volverán a ver si tienen otra oportunidad.

¡Hasta la próxima entrada!