Jugando en la biblioteca (XXX)

¡Hola parejitas jugonas!

Esta semana ha sido una ola refrescante de apoyo, de niños, de juegos, de todo. La verdad, es que no se puede estar mejor.

Fotos-carteles-biblioteca

Queremos agradecer esta semana a Brain Picnic por darnos una copia de su juego Ikonikus para probar en las bibliotecas. ¡Echadle una mano de apoyo!

JUEGOS NUEVOS

IKONIKUS

Ikonikus en la biblioteca

Primero quiero que sepáis cómo usamos este juego. Como jugamos con niños de edades TAN variadas, con barreras lingüísticas, con vergüenza, con miedos al escenario…; decidimos buscar una manera en la que pudiéramos coger grupos grandes de niños, juntarlos a todos y jugar a este grandísimo juego. Decidimos al final que yo sería siempre el narrador de las preguntas y el “intérprete” de sus respuestas. Y ahora a ver cómo ha funcionado.

Biblioteca Peral: Con 6 niños a la vez y yo como narrador. Ya habían probado el juego antes con Fayzah tres niñas y ella una sola ronda. Jugando todos juntos las risas eran muchas, e incluso algunos niños tenían ganas de tomar el rol de narrador (no todos, y muchos tenían una vergüenza enorme). Lo que si os digo, las tarjetas con preguntas de ayuda son una genialidad que deberían estar incluidas en cada caja, y divididas por edades.

Biblioteca los Dolores: Aquí es donde sin duda más gustó. No paraban de pedir más partidas, se esforzaban en buscar una carta que funcionara (o al menos, si no podían, enviaban una graciosa). De verdad, muchos niños disfrutando como niños.

Biblioteca Ramón Alonso Luzzy:  Aquí nos sirvió como herramienta unificadora de niños de muy diversas edades (incluida una niña de 3 años con su mamá). Y esas sonrisas cuando sale la carta de caca, o la de papel higiénico… :p

Biblioteca La Palma: Se usó con los más pequeños de todos, un grupito reducido con sus mamás, pero que disfrutaron mucho la experiencia. La reflexión final es que a los niños les hace risa cualquier cosa.

 

NUESTRA OPINIÓN:

Ikonikus es tanto un gran juego como una gran herramienta para canalizar la inventiva y la espontaneidad. Hay niños (al igual que adultos) a los que este tipo de juegos no se les da bien, e incluso llegan a no disfrutarlos debido a la tensión que lleva tener que inventar en el momento. En siguientes semanas probaremos a que aquellos que se atrevan puedan hacer de narradores. Esperemos que disfruten la experiencia tanto como yo la disfruto jugando con ellos. Un gran juego en una pequeña caja. Si encontráis a su autor en alguna quedada, obligadle a que os de una de esas tarjetitas con preguntas. Me ha salvado de más de una escasez de ideas con los niños.

TORTILLA DE PATATAS, THE GAME

Tortilla de patatas, the game

Biblioteca Peral: Jugando yo con otro niño sin grupo (debido a falta de gente en ese momento). La verdad es que, aunque jugábamos con las reglas infantiles, le costó un poco pillarlo. También hay que decir que el juego quizá no fuera el más apropiado para este niño.

Biblioteca los Dolores: Los niños eran demasiado pequeños, no se pudo sacar en ningún momento, y será difícil hacerlo si no cambian las edades.

Biblioteca Ramón Alonso Luzzy: Un papá con su hija se quedaron sin grupo y les propusimos este juego. La niña le dio una paliza monumental a su padre. Un juego de memoria que se le dio muy bien y controlaba todo fantásticamente. La niña tenía 9 años, así que más o menos entendemos que es la edad recomendada para jugar con niños. Se lo pasaron en grande y se ha quedado muy bien elogiado por esta pareja en particular. El tema, como siempre, acarrea risas. Después dos niños de 8 y 9 años pudieron jugarlo solos, al ver al lado en la mesa a la otra pareja jugarlo. La partida no fue mal en absoluto, entendieron bien las reglas (la versión infantil) y las partidas son cortas, así que no se aburrieron demasiado.

Biblioteca La Palma: En grupos siempre de cuatro o más, no había manera de sacarlo, y menos con los problemas de comportamiento que tienen estos grupos.

 

NUESTRA OPINIÓN:

Ya sabéis nuestra opinión sobre este juego de Xavi Carrascosa editado por Darbel. Es un grandísimo juego para dos jugadores con una variante para cuatro y reglas adaptadas para varias edades. Si tuviéramos que poner un límite de edad, no lo pondríamos para menores de 8 años, aunque puede que con paciencia y sentados muy tranquilos a su lado puedan aprenderlo sin problemas. El juego nos gusta y a los que lo han probado les ha gustado también bastante.

 

COMENTARIO FINALES

Las cosas mejoran en todas las bibliotecas, pero no comenzó bien esta semana. Cuando llegamos a la biblioteca del Barrio Peral, dos niñas estaban allí terminando los deberes, y nadie más. Hasta bien pasados 15 minutos no comenzó a jugar nadie. Y después de eso, sólo tres niños (un niño conmigo y dos niñas con Fayzah). Gracias a soid, a la media hora llegó “la caballería” y seis niñas se apuntaron a la actividad. Otro niño de 5 años estuvo jugando un rato con su mamá, pero se aburrió pronto. Lo mejor, el poder acabar jugando todos juntos. Se pasa muy mal cuando no ves a nadie en la sala cuando llegas. Te sientes culpable de que la gente no venga, y sientes que no has hecho todo lo posible para convencer a la gente a venir. Esto puede ser cierto, pero bueno, las cosas han ido a mejor a partir del lunes.

Para el jueves, la cucaracha parecía borrracha, y ya dejó de caminar.

Llegamos el martes a la biblioteca de los Dolores que habían hecho un esfuerzo extra para promocionar la actividad, y se notó. Dos personas (que no es poco, dos niños es algo que puede aumentar exponencialmente) llegaron porque habían visto los carteles y la publicidad. Y la verdad es que lo pasamos genial. Además de esto, volvieron las coleguitas de las anteriores sesiones tras su inexplicable parón la semana pasada. Un total de 9 niños en la actividad (7 simultáneos) más algún que otro “pequeneque” (así llamamos a los menores de 6 años) jugando con sus papás o adiestradores. Sin duda un grandísimo día. Y más grande es cuando tienes que pedir a la gente que por favor, te dejen libre la mesa, que la necesitas para tu actividad. Se siente mal por esa gente, pero genial por la actividad. De este grupo poco más que añadir, algunos niños muy lentos jugando a la Cucaracha (ha vuelto, pero sus pilas han muerto al final de la semana) y niños con problemas para salir del laberinto en el juego “Laberinto”. Pero por lo demás, muchas risas y muchos gritos.

En la biblioteca central llenazo absoluto, sin parar toda la tarde. Desde que llegamos hasta que nos fuimos sin para de jugar, sacar juegos, enseñar a nuevos niños, incluir a nuevos grupos. De aquí nos encanta un grupo de niños de 5 años que juegan ellos solos (con vigilancia materna) pero que molan mucho, porque son como un grupo de borrachos felices. Y esto lo digo por la siguiente conversación que profirieron los chavalines:

– Francisco es mi mejor amigo, y lo será siempre.

– Me da abrazos –Dijo Francisco

– Pero es porque eres mi mejor amigo.

– Yo no os conozco mucho –Dijo Pedro,−Pero ya es como si fuerais mis amigos.

Decidme que eso no es un diálogo de borrachines. Además, se lo pasan genial y se ríen un montón.

Y por último la biblioteca de la Palma con llenazo absoluto, con 15 niños todos a una. Madre mía, y mira que algunos habían sido expulsados de la biblioteca por estar haciendo el burro (y en términos de estos chicos, eso ya es bastante). Pero los que quedaron dentro, sin parar. El problema con estos chicos (además del chico con problemas de idioma) es que se conocen todos, y se ponen a enfadarse entre ellos o a picarse con mucha velocidad. Otro problema grande es que son MUY tramposos, y esperan la más mínima a que no mire la policía para intentar alguna treta absurda. Y es un problema absurdo, porque no hay nada por lo que merezca la pena hacer trampas.

El llenazo viene también debido a que han llegado cuatro niños nuevos a la biblioteca, llenando un total de 4 mesas, que son básicamente las mesas que se pueden utilizar a la vez en cualquier momento en esta biblioteca. Es pequeña, pero la asistencia está siendo enorme. Una alegría… si no fuera por las trampas… Pero eso sí, no son todos tramposos, que los hay que juegan muy bien y aprenden rápido y se lo pasan fenomenal. Que parece al final que pagan justos por pecadores. Y hay mamás muy puntuales que vienen todas las semanas y niños que nos esperan a las puertas de la biblioteca y nos reciben con nervios y ansias por jugar a sus favoritos.

¡Hasta la próxima entrada!

5 comentarios en “Jugando en la biblioteca (XXX)

  1. Lo del diálogo de borrachines ha sido genial. xD

    Una propuesta. Si el grupo es muy tramposo o con tendencia a la trampa ¿por qué no sacáis algún juego en que se puedan hacer trampas o engañar? O tal vez algo colaborativo que les haga unirse en lugar de picarse.

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    1. A los colaborativos no le ven la gracia, ¿si no gano a mi amigo, para qué voy a jugar siquiera?

      Pero lo intentaremos, es mejor idea que estar castigandolos cada poco quitandoles puntos, que parezco super nanny.

      Un abrazo!

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  2. Qué bueno ver el tortilla de patatas en mesa!, la verdad que hay niños y niños (y adultos…) y tenéis razón en eso de que se debe estar con los crios encima y ayudando, pero la verdad es que por debajo de 8 años creo que es inevitable en todos los juegos de mesa (Si alguien quiere que los niños puedan jugar solos para eso está la tele o los muñecos XD)

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  3. Mi experiencia con el Ikonikus es igual de fascinante. Hemos jugado con nuestros hijos de 4 años y su hermana de 12 y el primo de éstos también con 12 años. Mezclados con 2 adultos (mi santa y yo).

    Las risas y el esfuerzo por cumplir con una carta que se adapte a la respuesta que se espera han sido una experiencia muy grata para nosotros. Los más pequeños nos sorprendían eligiendo una carta que resultaba siempre positiva cuando nos explicaban porqué la habían escogido.

    Manu es grande.

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