Juego de hoy: Super Farmer

¡Hola parejitas jugonas!

Un concepto que a todos los jugones nos acaba interesando es la “sobreproducción”. La sobreproducción es, básicamente, incluir elementos más caros de lo necesario. Estos elementos, obviamente, si no, no habría queja, encarecen el producto y el tamaño de la caja. Y eso, por alguna razón, nos molesta. Luego también nos molesta que sean baratillos, pero eso es otro tema.

Bueno, pues cuando encuentras un juego sobreproducido tienes que mirarlo con desconfianza. En ocasiones el editor ha decidido sobreproducirlo por una buena razón (hive en baquelita, en lugar de en madera), o porque así ha visto que va a vender bastante más (Colt Express, que nos mola mucho, pero el tren es innecesario, aunque genial). Y luego está el editor que te intenta colar un “walkman con wifi”, algo anticuado con un toque moderno, que no vale para nada. Bueno, pues este juego es del tercer grupo.

Hoy jugamos a Super Farmer.

Nº Jugadores: 2-6 (aunque da entre igual, y muy igual)

Creador: Karol Borsuk

Tiempo de juego: Depende mucho. 20 minutos, 20 horas, ¿¡quién sabe!?

Empaquetado: Precioso. Una caja que ocupa un quintal, con los tableros y un enorme hueco para meter fichas de animales a gogó, unos quecos de plástico y dos dado más grandes que el ojo de una vaca.

Vamos a hablar de la parte sobreproducida, y luego seguimos adelante.

El juego viene (que nos ha hecho gracia, nada más) en un sobre de papel para cubrir la portada y la contraportada de la caja. Cuando la quitas, por debajo está en italiano. Luego abres la caja. Las fichas se destroquelan que dan gusto, unas fichas muy gruesas, brillantes, perfectas. Los tableros resistentes y muy espaciosos. Luego, lo mejor de todo, vienen unos perretes de plástico que molan un montón, muy similares al estilo de dibujo de Aardman (los de Wallace y Gromit o La Oveja Shaun). Para rematar, dos dados de 12 caras personalizados que, para que os hagáis una idea, apenas me caben ambos en la mano. Para un niño, un dado por mano.

¡Mirad qué perretes más majos! Y esos dadazos enormes, preciosos. (Foto cortesía de la BGG)

Bueno, se me olvidaba. El juego lo venden con una triste pero conmovedora historia de superación personal del creador. Profesor de universidad, llegan los nazis (el juego es el 43), crea un juego para ganar dinero cuando lo echan de la universidad. Luego alguien coge el juego 70 años después e intenta revenderlos. Perfecto, genial, no me importa mucho, pero genial.

Las mecánicas del juego son CASI divertidas. Tu objetivo es convertirte en un Super Granjero (el peor de los superhéroes, lo deja todo lleno de abono). Para lograr tan magnífico objetivo, necesitas obtener un animal de cada (un conejo, una oveja, un cerdo, una vaca y un caballo). Comienzas con un conejo, y mediante la suerte y la “negociación”, debes ascender hasta la supremacía granjeril.

En tu turno tiras los dos dados, el naranja y el azul. Si te sale un animal del que ya tiene al menos uno, por cada pareja completa (incluido el animal del dado) te dan una nueva cría. Es decir, si tienes 3 conejos y sale en un dado un conejo, obtendrás 2 conejos nuevos. Aunque el tablero solo tiene hueco para cinco conejos, puedes tener muchos más.

Si en los dados te salen dos animales iguales, aunque no tengas ninguno de ese tipo, automáticamente ganas uno nuevo. Una de las maneras de conseguir ovejas y cerdos. Vacas y caballos no, porque solo aparecen en uno de los dados.

Luego toca la parte matemática. Hay una lista de intercambios equivalentes que pueden realizarse con la banca o con otro jugador. Los intercambios son, a su vez, subdivisibles. Todo sigue esta tabla:

1 Oveja = 6 Conejos

1 Cerdo = 2 Ovejas

1 Vaca= 3 Cerdos

1 Caballo = 2 Vacas

1 Perro Pequeño = 1 Oveja

1 Perro Grande = 1 Vaca

Así que por ejemplo, puedes pagar 12 Conejos para un Cerdo, o una Vaca, dos Cerdos, una Oveja y seis Conejos para pagar un Caballo. Vamos, lo lógico y normal.

Esto es muuuuu fuerte. (Foto de BGG)

Y hasta aquí el juego… está bien. Sin mucho más, el poder hacer los intercambios atenúa el azar y lo hace hasta entretenido, ocultando tu jugada maestra hasta el final. Pero entonces llegan los perretes, el zorro y el lobo.

En cada dado hay una cara de las 12 que es algo malo. En una es un zorro, que a menos que tengas un perro pequeño, se come todos tus conejos menos uno. En el otro lado es un lobo, que a menos que tengas un perro grande, se come TODO menos los conejos y el caballo. Vamos, la hostia.

Es decir, que llevas quince jodidos minutos creando un imperio de cerditos, y en el momento en el que vas a crear una vaca… ¡PUM! Lobo, no tienes perro grande, VUELVE A LA PUÑETERA CASILLA DE SALIDA. Y puedes decir: pues compra un perro grande. Vale, listo, que eres un listo, lo compro. Segundo turno: ¡LOBACO! Pero ¡JÁ! Estaba preparado con mi perro grande. No ha habido problema. Tercer turno: LOBACO… ¡¡OH NORRR!! Después de gastar 1 vaca (que no es fácil colega, conseguir una vaca no es fácil), el perro se deshace en un turno, y vuelve a salir un lobo, y yo no tengo más vacas, ni suficientes cerdos, ni suficientes ovejas, ni suficientes conejos para no dejar una maldita granja vacía con un perro… PUES TE JODES Y VUELVES AL PRINCIPIO, ¡IDIOTA! MÁS SUERTE LA PRÓXIMA VEZ, PALETO.

Y esas han sido mis sensaciones en LA PARTIDA que hemos jugado, porque me niego a jugar más. Hay un dado mágico que puede volver a iniciar la partida, por lo que la estrategia ganadora es tener un ejército absurdo de conejos (30 conejos o más, a ser posible) y un perrete pequeño barato, que se repone fácilmente. Cuando tengas suficientes conejos, crea una vaca y reza a tu dios para que nada salga mal y aparezca un lobo.

Es decir, este juego está anticuado y precioso. Está viejo y se le ven los engranajes. La idea es entetenida, los componentes molan, pero el lobo y el zorro hacen del juego un infierno en vida. Se puede alargar la partida hasta límites absurdos, o no, todo dependerá de los dados. Te la juegas en cada tirada, y no tienes opciones para conseguir bajar ese riesgo sin quedarte sin nada en tu granja.

Vamos, un walkman con wifi.

Opinión de Fayzah: La estrategia ganadora es muy clara. Ten conejos hasta poder comprar una vaca y reza por que no salga un lobo. Si sale lobo, gasta vaca para conseguir otro y vuelta a empezar. Tus decisiones son un montón: puedes tirar el dado en la mesa, en el suelo, encima de un unicornio, donde quieras vamos.

Opinión de Farko: El momento de la primera debacle lobuna, lo vi claro. No es para mí. Pero tampoco se lo pondría a un niño. La frustración que tienes al lanzar los dados de la muerte es demasiado para mí. Quizá eso lo haga Super-temático. A saber. No lo compréis, por rebajado que esté. Menos mal que fue un regalo de Zona Lúdica.

Enlaces de interés:

Super Farmer en la BGG

¡Hasta la próxima entrada!

9 comentarios en “Juego de hoy: Super Farmer

  1. Por favor, hacerlo más por vuestros lectores, más reseñas como esta, lo que me he llegado a reír, me encanta imaginar a Farko aporreando el teclado indignadísimo, es más, creo que en la opinión de Fayzah el tío ha metido de su propia cosecha jaja

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  2. Estamos muy acostumbrados a que se hagan reseñas (las cuales acostumbran a ser favorables al juego) pero pocas veces la gente dedica tiempo ha hacer una opinión crítica sobre un juego. Lo vemos muy normal cuando se hace de obras de teatro, libros, películas… pero parece que nos haga daño dar una opinión personal y fundamentada sobre un juego de mesa.
    Felicidades por la crítica!

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  3. Pues a mi y a mi grupo nos ha gustado bastante el juego. Ademas la alegría que da cuando sale el zorro y el lobo, y los demás pierden algo jejeje. Por supuesto, es un juego que tiene sus años, tan solo es una edición nueva pero el juego es el mismo. Por ejemplo, tienes Rancho con algo más. Pero esta versión no cambia nada referente al original.

    Sobre la historia, pues a mi me encanta leer la historia de los juegos, así que lo agradezco. Además, el juego nació para enseñar matemática a sus hijos. Y con el levantamiento de varsovia, todas las copias fueron destruidas, y solo apareció una con el paso de los años.

    En definitiva, yo recomiendo el juego, caótico pero entretenido. Ideal para jugar pequeños y adultos.

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      1. Esta genial, si a alguien le tiene que gustar, claro está. Es sólo que nosotros no podemos recomendarlo, porque sinceramente, no nos gustó nada, y hay muchos mejores por ahí.

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