Proto-juego de hoy: Naginata

¡Hola parejitas jugonas!

-No hay espacio para los dos en este Dojo…

-Bueno, si te pones un poco para la izquierda…

-No intentes engañarme con tus sucias palabras…

-Jolín, ¡qué ánimos!, me quitas las ganas de pelearme y todo…

Hoy jugamos a Naginata.

Nº Jugadores: 2

Creador: Mario López Menés

Tiempo de juego: 15 minutitos, aunque se suelen echar unas tres partidas, o jugar al mejor de tres.

En este juego, seremos uno de los dos ninjas que se ve que tenían cita en el Dojo a la misma hora, y ninguno de los dos tiene muchas ganas de esperar. Así que el objetivo del juego es dejar al otro K.O. para entrar tú primero a… no sé, meditar o alguna chorrada similar.

El caso es que hay ninjas con katanas dándose hostiazas con ellas.

Le damos a cada jugador una bajara idéntica de cartas con dos acciones cada una. Luego un monigote para representar su ninja, y por último le das a un jugador los braseros (cuatro) y al otro el reiki (uno). Pon el dojo en el centro, los muñecos en el 10, roba tres cartas de la baraja (que ya has barajado por instinto y has colocado bocabajo, poque eres un jugón y sabes que es lo que hay que hacer), elige una carta de arma (se hace simultáneo) y puedes empezar a jugar. Bueno, también tienes que colocar el medidor de vida en 15, o repartir 15 cuentas a cada jugador.

En tu turno, colocas las tres cartas de derecha a izquierda bocabajo, pero dejando la acción que quieres realizar orientada para el contrincante. Las acciones a realizar son:

Atacar: meter un espadazo con el arma equipada, siempre que estés en el rango de ataque.

Defender: defenderte de un espadazo.

Moverte: dezplazar dos casillas tu muñeco a través de las líneas del dojo.

Desenfundar: cambiar de arma. Te deja vulnerable de narices, así que cuidado con esta.

Una vez escogidas las tres cartas, comenzamos a levantarlas desde la derecha, una por una y a la vez. Miramos quien tiene la iniciativa (este será: quien tenga la espada más veloz IF NOT quien tenga menos vida IF NOT quien tenga el número más bajo en su carta IF NOT quien gane a pares/nones) y realiza su acción. Seguimos así hasta que se agoten las tres acciones.

Después de realizar las acciones, comienza la (muchas veces olvidadiza) fase de colocar reiki y braseros. Ambas son losetas (o fichas, o lo que tengas) que al pisarlas provocan una reacción en nuestro muñeco. Si pisas el reiki, vuelves a ganar 2 vidas. Si pisas un brasero, pierdes una vida y te desestabiliza para tu siguiente carta.

Las resoluciones de las cartas son sencillas. Si pegas y no te bloquean, el jugador golpeado pierde vida. Si te bloquean, el jugador bloqueado se salva de perder vida (a menos que un jugador lleve el Naginata y el otro el Wakisashi, que entonces solo pierde una vida) y encima te desestabiliza la siguiente carta.

Cuando una carta queda desestabilizada, básicamente significa que hemos perdido el ritmo de la batalla y la acción de la carta no se ejecuta. Es por ello que hay que medir mucho al contrincante, intentando adivinar cuándo sacará su carta de ataque, para intentar bloquearlo (si tenemos cartas en la mano, claro está).

Otro efecto enfrentado es el de moverte. Al moverte, puedes empujar a un muñeco a una casilla aledaña, quedándote tú en su lugar. Muy divertido para ir haciéndolo pisar braseros.

Y… poco más. El jugador que primero pierda las 15 vidas se muere, y tú te ríes de él, y luego él te dice «al mejor de tres», y echáis tres, porque se echan tres sin problema.

El juego cuenta con ideas muy chulas. El tener un rango limitado de cartas en tu mano, es decir, de acciones disponibles es genial, pues te obliga a tener que pensar cada turno, y no ir a tope dando espadazos como un cafre descocado. Esto puede dar algún momento (muy raro y excepcional) en el que tengamos que adaptarnos a una estrategia para ese turno un poco inutil, como correr y bloquear o correr y desenfundar como únicas opciones. Pero vamos, es raro, y aún así, tampoco es un gran problema, porque sabes que en próximos turnos tendrás más opciones de dar guarrazos.

Los braseros de la muerte

Las tres armas del juego son como te imaginas: una de rango largo que pega mucho pero es lenta, una intermedia y otra de rango corto, que pega menos, pero que es muy rápida. Además, tanto la Naginata (rango largo) como la Wakisashi (rango corto) te permiten manipular otras habilidades, como son el poder moverte con una carta de bloqueo que no haya bloqueado, o el poder moverte con un ataque no certero. Esto ayuda a no quedarte atrancado con una mano ligeramente imperfecta. En este caso, dos cosillas que mencionar. Primero, sería de GRANDÍSIMA utilidad simbolizar cada una de las tres características del arma (distancia, ataque y velocidad) con algo más que con colores. Una simbolito ayudaría muchísimo a no tener que preguntarse cada dos por tres qué hace cada una (en las primeras partidas, obviamente). Otra cosa, es que no le hemos encontrado demasiado uso a la Katana (arma de rango medio). Es útil porque está justo en mitad, pero al no tener una segunda habilidad, muchas veces suele venir mejor ir o a un extremo o al otro. La vida extra que quita ayuda… pero pocas veces le hemos dado uso.

Más cosas. Mola mucho la mecánica de colocación de los braseros. El hecho de que el jugador A elija con sus cartas (el brasero o el reiki se colocan sobre la casilla que sumen sus tres cartas del turno) la casilla, pero el B elija (si puede) entre distintas localizaciones con el mismo número es fantástico. Lo único es, que debido al hecho de que hay varios braseros, puede ocurrir (y ocurre) que un jugador debido a 1 mala acción quede inutilizado durante un turno completo, lo cual es EXTREMADAMENTE frustrante para ese jugador. Aquí ni idea de como reducir esto, y la verdad es que no sabemos si ni siquiera habría que reducirlo. Quizá poner únicamente 3 braseros, pero vamos, una cosa que ha quedado ahí, que resultó en un intenso debate sobre la acción y consecuencias de los braseros. Y no es tan difícil hacer que un jugador caiga en tres braseros estratégicamente colocados, empujándole a su perdición.

De entre los dos Dojos que incluye el juego, lo hemos pasado bastante mejor en el que hay pasillos donde solo hay una dirección para salir. Permite usar de manera más inteligente los braseros, colocando al otro jugador entre la espada y… bueno, y el brasero.

Pero son, sinceramente, algunas críticas mínimas sobre el juego. La idea está muy chula, el juego fluye muy bien (se produce una pequeña pausa al colocar los braseros y el reiki, pero es una pausa bienvenida) y es muy divertido destruir a tu oponente dando ese último espadazo tras haberlo bloqueado con certeza, ya que se puso nervioso y dio lugar a que se viera su intención con claridad. Casi todas las partidas que hemos jugado han acabado a dos o tres puntos de diferencia.

El faroleo, el pegarse de palos y el poder jugar en 15 minutos muy intensos, sin duda hacen de este un buen juego para tener en cuenta.

Te puedes descargar el juego Naginata desde la página del proyecto 25 Cards, donde además encontrarás otros juegos del autor, fáciles y sencillos de probar. También puedes añadirlo a tu colección en la BGG una vez lo imprimas 😀

¡Hasta la próxima entrada!