Proto-juego de hoy: Baabeel

¡Hola parejitas jugonas!

Erase un vez una precioso vecindario donde convivían orcos, enanos, elfos y humanos, y como todos los vecinos se llevaban… mal, y se odian entre ellos, años y años de disputas y de quitarles a sus mujeres hacen que algunas razas tengan problemas con otros. Hoy jugamos a Baabeel.

Nº de jugadores: 2

Autores: Manuel D. Cruz Díaz y Antonio J. Dionisio.

Tiempo de juego: 45 minutos

En Babel nos meteremos en la piel de un promotor inmobiliario que busca colocar a sus clientes en las mejores casas para ganar muchos puntos de victoria y ganar así la partida. Peeero, no todo va a ser bonito. Hay razas que se odian entre sí, y en el momento que algún vecino indeseable, de esos que te ponen radioole a las 8 de la mañana de un sábado, se muda a la casa de al lado, ellos cogen su petate y para otro lado.

Cada jugador coge todos a sus habitantes, 5 monedicas, una hoja de ayuda, su asesor inmobiliario (o el pestoso y malvado Venom para el equipo de Farko, y el maravilloso y adorable Iron Man para el equipo de Fayzah) y dos losetas al azar.

Antes de comenzar a jugar se quitan 10 losetas de ciudad. Se cogen otras 20 y se baraja en ellas la loseta de puertas de ciudad, estas losetas se colocaran al final del mazo. De esta manera la duración del juego es variable, pudiendo durar de unos 15 turnos hasta 25. Tras esto, sacamos 4 de las losetas bocarriba, formaran el “mercado” de las losetas. La primera valdrá 0, la segunda, 1, etc. cada vez que se compre una loseta, estas se moverán hacia el precio más barato.

Se decide el jugador inicial como más os guste, se coloca la piedra fundacional en medio de la mesa y ya podemos comenzar.

En su turno un jugador compra una de las losetas del mercado y coloca una de las 3 que tiene (las 2 que tenía más la que acaba de comprar) en el tablero, adyacente a una de las losetas ya situadas.

Hay tres tipos de losetas:

• Viviendas (Representadas por una casita)

Aquí meteremos a nuestros habitantes. Cada vez que un habitante se mude, echara a uno de los vecinos odiados.

Los humanos echan a los elfos. Así aprenderán a no ligarse a sus mujeres. Los elfos echan a los enanos, no soportan ver cada día sus hermosas barbas. Los enanos no soportan a los orcos, cada vez que salen al jardín les tapan todo el sol. Y los orcos echan a los humanos, son orcos, poco más que explicar.

Además tendremos a Franky y sus amigos, los pobres solo quieres tener un poco de compañía, pero cada vez que entran en una casa alguien sale espantado al ver su monstruosa cara.

Cada casa tendrá una determinada capacidad, indicada en la carta. Somos promotores inmobiliarios malvados, pero no tanto como para hacinar a más gente de la permitida por ley.

Al final de la partida darán al jugador que lo controle puntos. Para controlar una casa será necesario tener más habitantes de tu color dentro.

• Construcciones (Representadas por una torre)

Son lugares no habitables. Otorgaran puntos al final de la partida al jugar que controle más viviendas adyacentes a la construcción.

• Natural (Representadas por un arbolito)

Son zonas no habitables que no se pueden controlar por ningún jugador (aún). Somos promotores inmobiliarios, no elfos. A los elfos les damos casitas para que despejen el bosque y ya veremos que haremos después con el bosque muajajaja

Las losetas tienen habilidades. Algunas se aplicarán en el momento de construirla, cuando metemos gentes inside o al final de la partida.

El otro jugador debe mudar 2 de sus habitantes a una vivienda disponible (2 habitantes a una misma vivienda), los habitantes pueden ser de la misma raza o de razas distintas. Si no caben los dos, mala suerte, solo mudas 1. Si la carta tenia efectos al meter gente, se aplica. Los habitantes van a llevar una tarta de manzana a los vecinos para presentarse y estos al darse cuenta de su raza huyen despavoridos, si procede. Es decir, una vez mudados los habitantes, se desalojará un habitante por cada uno que hayamos metido de una vivienda adyacente.

Las losetas adyacentes a una dada serán las 8 situadas alrededor, es decir, las que compartan lado o vértice con ella.

Se desalojara de la vivienda adyacente pero no de la misma loseta. Solo no soportan tenerlos de vecinos, como compis de piso es otra cosa.

Y comienza el turno del siguiente jugador.

Dicho así puede sonar un poco lioso y no saber cuándo te toca a ti. Para nosotros tu turno comenzaba colocando 2 habitantes, y luego construías loseta. No es así, pero nos liábamos menos.

La partida termina tras el turno en el que se coloquen las puertas de la ciudad. Se cuentan puntos (por viviendas, por habilidades de las losetas, los puntos que se hubieran conseguido durante la partida, etc. y se restan puntos si te han quedado muchos habitantes de cada raza)  y el que más tenga, se declara ganador.

El tener únicamente dos acciones para realizar hace que el juego sea sencillísimo de entender. Lo difícil es decidir donde es mejor colocar el edificio, donde meter los habitantes para fastidiar al máximo.

Hay que prestar especial atención a que batallas luchar, lo mismo estáis enfrascados en la pelea por una casa que al final te va a dar solamente 1 punto o 2, dejándole al otro en bandeja llevarse 3 o 4 edificios que darán más puntos (true story, Fayzah pardilla).

La primera partida puede abrumar bastante, intentando controlar todo: conseguir puntos, que no te quiten de esa vivienda tan guay que te has pillado,… Quizás sea una buena idea crear una variante para las primeras partidas donde se consideren adyacentes solo las que coincidan con el lateral. Menos interacción y diversión, pero más neuronas sobreviven a la partida.

Podéis descargar el juego aquí:

Reglamento Baabeel

Componentes Baabeel  

Na svidenje!