Juego de hoy: Time Stories

¡Hola, parejitas jugonas!

Hoy escribo una reseña un tanto especial, especial porque puede ser polémica, especial porque quería el juego desde hace tiempo, especial porque… bueno, a ver, especial tres veces no es, es un juego, pero hay algo en él que no hay en ningún otro juego de mesa. Hoy jugamos a “Time Stories”.

Nº Jugadores: 2 a 4, aunque el juego pide 4, pero a 2 con variante de jugador fantasma se juega bien.

Creador: Peggy Chassenet, Manuel Rozoy

Editorial: Asmodee

Empaquetado: Anda que no es bonito el inserto… y algo endeble. Pero tiene hueco para todo y hasta un “sistema de guardado” de partida muy majo. Ojalá fuera de un plástico un pelín, un PELÍN más duro, pero bueno, está bien. La caja gorda y cuadrada, blanca como el lucero.

Esta reseña empieza rara. Aguanta un poco, que es distinta.

Me encantan los dibujos animados, me encantan los dibujos modernos con canciones, animaciones modernas, historias profundas ocultas dentro de un velo infantil… pero por alguna razón no me gusta “Hora de Aventuras”. No sé qué es, pero tiene algo que hace que no la soporte. Salvando algunos capítulos sueltos, no puedo con ella, y no lo entiendo, tiene todo lo que hace que me guste una serie. Adoro “Steven Universe”, “Gravity Falls”, “Bravest Warriors” y “The Amazing World of Gumball”, pero no puedo con Finn y Jake. Y le encanta a todo el mundo, y me es dificil saber por qué a mí no.

Con Time Stories me siento exactamente igual.

Tenemos entre manos un juego narrativo donde nos obligan a meternos en la piel, casi literalmente, de un personaje en otra época (incluso dimensión) y tratar de resolver un misterio para que no cambie el tiempo.

Entre las palabras que activan mi radar lúdico se encuentran “viajes en el tiempo”, “narrativo”, “misterio”… y aun así, ¿qué hace que no quiera volver a jugar?

Para comenzar, el juego viene dirigido para que sea cómodo comenzar. Las reglas están sobradamente explicadas… para algunas cosas, y tenemos cantidad de ejemplos y de formas de realizar el turno. Con abrir la barajita, las cartas nos dictan paso a paso como actuar, donde se colocan, como se hacen.

El juego es sencillo. En tu turno, eliges una carta de localización, lees para ti, sin compartir información en voz alta más allá de tu interpretación de lo que has visto, y sigues las instrucciones. A veces toca pelear, a veces coges un objeto (numerados y al ladito de la mesa, buena idea para ocultar lo que son), a veces coges una ficha (con diferentes significados dentro del juego, desde conocer algo de información como saber una ruta). Muchísimas cosas aparecen a lo largo de esta historia del juego base, así como cosas que no queremos destriparos.

Pero luego tenemos los dados. Tienen que ser los dados, es que tienen que serlo. Resolver las cosas tirando dados, y malgastando UT (unidades de tiempo, que se va agotando y si se acaba hay que volver a empezar) es una de las mecánicas peor implementadas para este juego. Es aburrido, no es emocionante, y a veces sale super bien y el camino es de rosas, y en ocasiones es un infierno tedioso, sin más variables que el tirar otra vez y desear lo mejor. La frustración de SABER por donde hay que ir, o lo que hay que hacer, y que no avance la historia por los dados… no… pero hay algo más.

Si fueran solo los dados, quizá volveríamos a jugar, meteríamos una regla, pero hay algo más.

Otra vez me voy a ir por las ramas, pero seguidme un poco.

Estas pasadas navidades jugamos a una aventura gráfica, de las que este juego bebe muchísimo, por no decir que Time Stories es la manera de llevar una aventura gráfica a una mesa, con todos los inconvenientes que este acarrea. El juego se llama “Contradictions”, y es una de esas aventuras gráficas en video, con tono y sabor añejo, en la que haces entrevistas y encuentras contradicciones entre lo que dice una persona, o contrastando hipótesis con otras. Lo jugamos en un par de noches, y la verdad es que lo pasamos bien… pero al final no tanto. Llega un momento, muy común en las aventuras gráfica, en las que encontrar la solución no viene por tu lógica, tú sabes lo que ocurre, sino por los engranajes del juego. El juego quiere que A lleve a B y de B a C, y aunque tú sepas llegar a C sin B, el juego pasa de tu culo y de lo que tú sepas. Más te vale leerle la mente al señor creador.

Time Stories peca de esto también, y mucho.

Otra cosa de la que peca, que quizá viene implícito con el tema del juego, son los “saltos de fé”. Llegas a una nueva localización, y te toca aventurarte por las salas. Como en todo juego, hay puertas buenas y malas. ¿Cómo lo sabes? No lo sabes. Es más, aunque lo sepas, a veces es lo malo lo correcto, no por lógica, sino porque sí. Ensayo y error es la única forma práctica de avanzar en el juego. Sí, es parte del juego, pero no es divertida, no es divertida porque no es mi culpa meterme a hablar con ese hombre, o pegarle en la cara a ese tigre, es que el juego no me da pistas de si lo que hago está bien o mal, no me dice nada, no me guía, pero espera que lo haga bien a la primera, o me vuelve al inicio, me da una patada, me niega el acceso por cometer un fallo que desconocía que era un fallo.

Luego vienen cosas como el precio, un poco caro, pero no en exceso, o la rejugabilidad, nula, pero no es esto en absoluto lo que nos echa para atrás. El precio lo pagas por disfrutar, y hemos pagado casi lo mismo por los “Escape the room” y lo hemos pasado muy bien. La rejugabilidad es algo a lo que “Sherlock Detective Asesor” ya nos tiene acostumbrados.

Quizá sea que a dos no se juega bien, pero ya hemos jugado a muchos juegos narrativos en los que el número de jugadores no nos ha resultado un problema. Un juego narrativo en buena compañía se disfruta, y mucha gente ha disfrutado de este juego con solo otra persona a su lado.

¿Por qué le gusta a todo el mundo? Por lo mismo que debería gustarme a mi, por lo mismo que “Hora de Aventuras” es un éxito en el mundo entero.

El juego rezuma narración y experiencia. Las ilustraciones son maravillosas y te ofrecen un colorido, aunque la primera aventura es más bien un “marronuzco”, mundo que explorar y averiguar, una aventuras que desentrañar, una tarde rica con tus amigos, disfrutando en compañía de ellos. La mecánica es una genialidad y no hay cosas parecidas en los juegos de mesa. Ofrece misterio, tensión, una partida que contar con los años. Todo esto es magnífico y, si eres como la mayoría del mundo, seguro que vas a disfrutar como un loco con este juego.

Pero a mí no me gusta “Hora de Aventuras”.

Jugaremos a la expansión, que la tenemos por aquí, y seguramente actualizaremos para mejor o peor esta entrada, pero es que ahora mismo no tenemos muchas más ganas de jugar a este juego, y teníamos ganas de comentarlo con vosotros.

Edit (2018): Pese a que nuestras primeras y segundas impresiones fueron reguleras, la idea de vivir aventuras en pareja, los cambios, aunque menores, ofrecidos, y el desarrollo de la aventura ha conseguido hacernos comprar las siguientes expansiones. Pos supuesto, hemos tenido que meter algunas variantes para mitigar los problemas que les veíamos y le seguimos viendo, pero la idea de vivir la aventura nos ha convencido expansión tras expansión.

Enlaces de interés:

Entrada en la BGG: Time Stories

Reseña de 221B: Time Stories

Reseña de El Dado de Jack: Time Stories

Reseña de Zathura Juegos: Time Stories

Reseña de Discípulos de Armitage: Time Stories

Reseña de Éxito y Error: Time Stories (a él tampoco le gusta)

Reseña de Funatic Channel: Time Stories

¡Hasta la próxima entrada!