Libro-juego de hoy: Expediente Annunaki

¡Hola, parejitas jugonas!

Un pequeño comienzo para un libro enorme. Una aventura que comienza como un día cualquiera, y nos llevará a los lugares más sórdidos y corruptos del alma humana.

Hoy reseñamos un libro-juego, algo distinto que queríamos compartir con vosotros, ya que se sale un poco de lo usual con el blog, pero creemos que puede ser bastante divertido.

Hoy jugamos a Expediente Annunaki.

Creador: David Velasco

Editorial: Autoeditado (¡ole él!)

Encuadernado: Un libro grandote de pasta blanda, suficientemente grande para pasar las páginas de manera cómoda, y créeme, vas a pasar mucho las páginas.

 

Primero de todo, comentamos que esto es un librojuego, así que la estructura de la entrada será un poco distinta. Por otro lado, casi todo lo que os comentamos va a resultar en un ligero spoiler, pero es que no podemos evitarlo, si no, no os podemos contar nada de nada.

Expediente Annunaki nos sumerge en los mundos del autor David Velasco, donde somos un (rellenar profesión) que un día decide ir a ver a su hermana… y es que ya, a partir de aquí, el resto es spoiler.

Os podemos decir por otro lado que el juego tiene una gran parte de investigación, tanto en el libro como en el mundo real (guiño, guiño), así como un completo (y un poco más complejo llegando al final) sistema de combate.

La parte de investigación es bastante divertida, permitiéndote indagar por distintas vías, siempre por tu cuenta y riesgo. A veces merece la pena, a veces no, a veces caes en una trampa, a veces consigues un premio. Gracias al sistema de puntos de guardado (zonas seguras), puedes darte el gusto de dar una vuelta por ahí, sabiendo que siempre puedes volver a el último “checkpoint”.

Eso sí, ten por supuesto que vas a darle muchas vueltas al libro, de párrafo a párrafo, buscando las distintas opciones. Gracias al formato del libro y el estilo de maquetación, no es pesado cambiar mucho, pero ponte en un sitio cómodo para jugar.

La parte de combate es un sistema de combate por dados sencillo y optimizable, cambiando ciertos aspectos del combate para reflejar la batalla en cuestión. Son rápidas, la mayoría de las veces, y casi siempre tensas, sobre todo cuando te queda poca vida.

Necesitas, eso sí, un sitio plano tanto para lanzar los dados como para ir apuntando los resultados y los cambios en tu ficha de juego. Un lápiz y una goma, así como un par de dados, es todo lo que necesitas (aunque una fotocopia de la ficha del juego permite que lo puedan jugar otras personas). Un folio en blanco tampoco te vendría mal para apuntar ciertas indagaciones.

Aun así, estamos ante una novela al fin y al cabo, por lo que hay ciertos tramos que siempre tendremos que superar, no dejando el mundo tan abierto como da la impresión, aunque la verdad, no es que moleste mucho. El juego ofrece suficiente variedad y oportunidades de elección.

Luego, está el tema de la ambientación, de la que ni Fayzah ni yo somos muy fans. El juego transcurre en el presente, en un mundo algo tétrico, lleno de peleas, sangre y sexo (sí, hay alguna escenilla picante gráfica por ahí). El juego no es para alguien a quien esto le parezca desagradable o no le apetezca en sus ratos libres. Sabemos que hay mucha gente a la que le encantará este tipo de temática, pero por desgracia no somos nosotros. Las escenas de sexo… bueno… están ahí.

Quitando eso, la verdad es que tanto el sistema como la lectura han sido agradables, ha habido momentos muy épicos y algunos giros interesantes. Hay algo en todo este volumen que rebosa “rol”.

Si en tu tiempo libre quieres estar jugando una campaña de rol, pero no tienes con quien, o no podéis quedar, este libro es lo más cercano a un amigo haciéndote de director de juego que vas a encontrar. Es una experiencia magnífica para un jugador, no tanto para dos jugadores, ya que no se pueden llevar dos personajes, y si la temática no te es inconveniente y te gusta lo que has leído, te recomendamos que le eches un vistazo.

¡Hasta la próxima entrada!