Proto-Juego de hoy: 10 Negritos

¡Hola parejitas jugonas!

Hoy nos encontramos en una pequeña isla, invitados todos por un extraño. No tenemos ni idea de por qué, ni para qué estamos aquí… pero parece que cada vez fuéramos menos. Cada día que pasa, las caras van desapareciendo. Mucha gente está muriendo y no sabemos cuanto falta para que nos toque a nosotros. ¡Debemos escapar rápido!

Creador: Fernando Chavarría (Ennekes) y Judit Hurtado

Diseño: Judit Hurtado

Tiempo de Juegos: 1’30’’/2’ horicas

NºJugadores: 1-5 (aunque da un poco igual, consideramos mejor 2 o 3)

En este juego cooperativo intentamos resolver quien está acabando con todos en la isla. Primero explicaré un poco las reglas, y luego quiero ver si consigo pasaros la magnífica experiencia que se consigue al jugar a este juego.

Empezamos con los componentes. El juego cuenta con un tablero con las zonas de la casa y de la isla (un mapa para la casa con dos pisos y tres zonas de la isla: el embarcadero, el faro y el acantilado). La zona de la casa es un poco pequeña, por lo que dificulta un poco su lectura y la facilidad para colocar allí los personajes. El resto del mapa es muy amplio para lo poco necesario que es.

Luego tenemos las cartas, muchas y variadas. Tenemos cartas de personaje asesinado (luego las explicamos, pero son algo así como el temporizador del juego), cartas de localización para las pistas nuevas y cartas de objetos (para conseguir las pistas). Además tenemos las fichitas de pistas, las fichas de personajes, los tarjetones de personaje y las tarjetas de ayuda (imprescindibles).

Gracias a dios las reglas están impecablemente escritas. Cualquier duda que pueda aparecer se aclara con facilidad, no hay problemas de dobles sentidos o de zonas que no se explican. Lo que se agradece también es que las reglas además son sencillas. El juego se puede jugar con leer sólo 1 vez el manual (que no es demasiado largo).

Un truquillo para que no se mueva el tablero

La mecánica es simple, y a la vez es donde más tiempo echas, ya que requiere de una preparación previa. Una vez aprendida es muy sencilla, pero al comenzar no es tan fácil colocar todo en su lugar. Necesitamos poner todos los tarjetones de personajes (una tarjeta con la foto del personaje, un objeto inherente al mismo e inagotable y su nombre) bien separaditos para que debajo podamos colocar los objetos que vayan recopilando. Estos objetos son unas cartas pequeñitas que iremos coleccionando y que nos permitirán acceder a las habitaciones donde se encuentran las pistas. Cada habitación requiere de unos objetos precisos para poder acceder (desde una bola de billar para entrar a la sala de juegos hasta un rollo de película para entrar en la sala de proyecciones) además de una llave. Por suerte, dos objetos iguales pueden ser intercambiados por cualquier objeto que necesitemos (lo cual se convierte en una práctica recurrente y muy necesaria para alcanzar nuestros objetivos). Estos objetos requieren de bastante espacio para poder organizarlos con precisión.

En la mecánica debemos colocar un temporizador o detonante para acabar el juego. Éste se compone de una serie de cartas que barajaremos y colocaremos bocabajo. Cada turno daremos la vuelta a una carta, mostrando un personaje que hay muerto asesinado en su habitación (que se convertirá en una nueva localización donde conseguir las cartas que estaban asignadas al asesinado a cambio de una llave para entrar).

El turno de juego se compone de dos fases:

1-      Organizamos a TODOS los personajes en grupos de mínimo 1 y máximo 3 para ir a las distintas localizaciones de la casa o de la isla. En esos lugares podemos O entrar pagando los costes que te imponen (cartas específicas, cartas por personajes que vaya…) o únicamente desvelar las cartas ocultas que todos los personajes ganan cada turno, coger todas las cartas de todos y volverlas a reordenar siempre de la forma más ecuánime posible (si tienes 6 cartas para 3 personajes, DEBES dar 2 a cada uno). Una vez hayas resuelto por orden las habitaciones, devuelve los personajes  a sus fichas y le das a cada personaje vivo una carta bocabajo de objeto.

2-      Dale la vuelta a una nueva carta de asesinado para comenzar un nuevo turno. La ficha del asesinado se tumba y se coloca en una de las habitaciones (aunque nosotros preferimos convertir el mismo tarjetón del personaje en una habitación, para evitar embrollos en el tablero).

Para resolver las fichas de misterio que hay en el juego (de 6 a 16 puntos) debemos superar con los objetos que llevamos el número de la ficha que escogemos. Podemos intentar realizar cuantas fichas queramos, siempre que seamos capaces de superar la anterior. En las fichas también pueden aparecer unos símbolos que permiten robar más objetos, o el temible y horrible FAIL, donde no pasa nada excepto que has perdido los objetos necesarios para entrar en esa localización.  Decir que las fichas de pista se colocan bocabajo, por lo que es un riesgo siempre ir a una localización.

Vamos a ver si hay suerte

Ahora una vez explicada la mecánica, nos vamos con la opinión:

El juego es un JUEGAZO. La verdad es que no lo esperábamos. Para ser sinceros, cuando leimos las reglas dijimos: oye, puede molar bastante, vamos a darle un tiento; pero mientras montábamos el tablero y las fichitas, nos picaba algo detrás de la nariz. Es que los números echan para atrás. Y si bien no es el juego más inmersivo del mundo (aunque para el final de la partida, la verdad es que sí que te acabas metiendo en el tema), es un juego perfectamente hilado.

Puede llegar a tener algún problema al ser un cooperativo si uno de los jugadores se adueña de la partida, pero la idea es evitarlo (además, esto le da un punto extra para jugar a dos personas).

Las sensaciones de la partida son en este orden:

1-      Bueno, vamos a ver, que tenemos un montón de peña. Juer que fácil, si con nada se entra, y encima te dan más cartas. ¿Y que se muere uno? ¡Pues vale! Así hay que pensar menos.

2-      Bueno, los objetos escasean un poquito más, pero tampoco es para tanto. Sigue siendo fácil y ya llevamos 2 pistas de las seis. Esto nos lo pasamos con la gorra.

3-      (Para la mitad de la partida) ¡Maldita sea! Se ha muerto el que íbamos a llevar al faro… ahora tenemos que gastar el turno en ir a recoger la brújula… joer que ya no tenemos gente para ir y encima sólo llevamos 3 pistas y hay un montón de FAILS en el tablero ocultos…

4-      ¡PODEMOS, PODEMOS! ¡¡Vamos!! Por favor que no sea un FAIL, por favor que no sea un FAIL… ¡¿2 CARTAS?! ¡¡Osana!!

5-      3 personajes… a puntico de morir… sólo nos queda una oportunidad. Por dios, que no se muera la del farol… por favor… ¡TOMA! Se muere la vieja. Perfecto porque apenas llevaba nada. ¡Venga, que nos vamos a la habitación y acabamos esto!

Si existes… ayúdame a que se muera la vieja…

6-      Ale, ganamos. En fácil y por poco la liamos. Menos mal que no fuimos al embarcadero al final, porque eran tres FAILS. Menos mal, menos mal. Partidaca. Ahora a recoger… ufff.

Pues esa es nuestra experiencia. Si tenéis la suerte (y tanta) de encontraros al autor por ahí con su proto, obligadle, es más, exigidle probarlo, pero sin estar él presente. Es mejor vivir la aventura a ciegas, intentando sentirte como aquellos pobres diablos en la casa, esperando a la mañana para que la dama de la guadaña alzase su sombra sobre ellos. Ojalá de verdad que alguna editorial lo publique, porque es un juego que merece estar en una estantería (mucho mejor que otros cooperativos que se ven por ahí).

¡Hasta la próxima entrada!