Juego de hoy: 1920 Wall Street

¡Hola, parejitas jugonas!

Grandes brokers de la banca intenta sacar el mayor rendimiento posible al incremento del petróleo, al consumo de acero que enriquece las calles de Nueva York, y a las necesidades básicas de la gente por alimentarse. Un sistema capitalista perfecto donde aquellos que invierten generan beneficio. ¿No os parece la bomba?

Hoy jugamos a 1920: Wall Street

Autor: Perepau Llistosella

Ilustrador: Pedro Soto

Editorial: Looping games

Tiempo de juego: 45 minutos

Nº de jugadores: De 2 a 5

Empaquetado: Siguiendo las estela de 1911 (se van a convertir en la editorial de los 19XX) nos traen una caja compacta y pequeña que alberga un juego que en cualquier otra editorial vendría en caja cuadrada grande y te saldría por un ojo de la cara. Bastantes cositas muy bien puestas.IMAG0376.jpg

En 1920 los jugadores se proponen competir consiguiendo bonos de distintos productos antes de que todo se vaya al traste y la bomba acabe con el capitalismo, por un ratito.

Antes de comenzar colocaremos el tablero de cotización por el lado azul (por el naranja si es nuestra primera partida o queremos una partida facilita) a la vista de todos los jugadores y colocar los cubitos correspondientes a cada compañía: la compañía del maíz, la del algodón, la del acero y la del petróleo, en el lugar marcado para ello. Colocaremos el tablero de descartes, separamos las cartas duales de inicio y coger al azar tantas como número de jugadores. Coger las cartas duales, 3 cartas del mazo participaciones – variación del mercado y la carta de tendencia del mercado y se coloca en el centro de la mesa formando una circunferencia en el centro de la mesa. Roba 8 cartas del mazo y mezcla la carta de explosión con ellas y colócala al final del mazo. Cada jugador recoge el peón de un color, el disco correspondiente y 4$. El jugador inicial se queda con la carta de valores mínimos que termina cuantas acciones de cada compañía hay que tener para que este puntúe. Comenzando con el jugador inicial, se coloca el peón al lado de una carta del rondel.

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El juego se desarrolla a lo largo de turnos. En su turno cada jugador puede hacer una de las siguientes acciones:

  • Mover el peón en el rondel y adquirir la carta. Se paga el precio de la carta, más 1 monedilla por cada pasito que se haya dado para llegar a esa carta. Además, si en la carta hubiera otro jugador, hay que pagarle una monedica a ese jugador.

Luego esa carta, te la puedes quedar o descartarla, colocándola en el tablero de descartes, en donde tú quieras.

  • Vender una carta de participación, para ello descartas la carta del lugar donde hubieras llegado y colocas una de tus cartas de compañía en su lugar.
  • Aumentar el capital. Ese turno el jugador no mueve a su peón y paga 2$ a la banca, descarta la carta superior del mazo y gira su carta de capital aumentando su valor en un punto.

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Si en cualquier momento de la partida un jugador necesita gastar más efectivo del que dispone, puede coger una carta de préstamo. El primer préstamo será de 5$ pero supone una penalización de 8 puntos menos al final de la partida. La segunda vez que sea necesario el préstamo, será de 10$ y la penalización será de 16 puntos.

A la hora de descartar una carta, puedes descartarla en uno de los tres huecos disponibles. Al final de la partida, el montón de descartes que tenga más dinamita se activa, ejecutándose el evento. Si hay empate no se ejecuta ninguno.

La partida se termina cuando un jugador roba la carta de explosión del mazo. Si ese jugador es el inicial, se finaliza la partida. Si no se descarta esa carta, se roba una nueva y se juega hasta que le toca al turno al jugador inicial. Una vez finalizado el turno de todos los jugadores se comprueba si se activa algún evento de la pila de descartes, cada jugador descubre sus participaciones y las cuenta y puntúa, se suman los puntos de las cartas y 1 punto por cada monedica que te quede. El jugador con más puntos será el ganador.

La mecánica de selección de cartas es el corazón del juego, y ofrece un sistema ágil, fácil de preveer y de contrarrestar, sin perder el puntito del azar de no saber la siguiente carta (no la que ves, si no la que viene después) y cómo esta puede afectar al devenir de la partida.

Muchas deciciones se toman en el juego, pero ninguna es de las de hacerte explotar las meninges, sino que ofrecen variables dependiendo del dinero y la necesidad, y aunque nunca hay turnos “obvios”, sí que, llegando el final de partida, comienzas a meter el pistón y la reducción de tus objetivos (o el hecho de que ya has decidido a qué vas y a que no vas a llegar), reduce las decisiones y las simplifica un poco, haciendo más mecánicas las últimas rondas.

El sistema de descarte que permite cargarte una algo de la puntuación final, fastidiando a un jugador que haya decidido basar sus puntos en ello, pero sin poder llegar a destruirlo y dejarlo fuera de la partida, es un punto interesante que se explica en un segundo y tiene su gracia. Es difícil contar las dinamitas, eso sí, por lo que a menos que te concentres mucho, lo mejor es meter mucha carta donde quieres que ocurra el efecto y esperar que esas cartas superen en dinamitas a las de los otros lugares.

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Varios mecanismos de obtención de dinero rápido, con complicaciones, su pequeño modo de préstamo, cartas que hacen que otros pierdan, todo el paquete en general está fantástico, pero la verdad es que nosotros le tenemos que poner una pega… y es que para dos jugadores, no nos ha gustado mucho.

En este caso sabemos que es algo personal, y que no es que el juego funcione peor, sino que se pierde mucha oportunidad de quitar y robar cosas, de tener que pagar al contrario, de tener que morder por la mitad las monedas de rabia para poder pagar todo lo que quieres hacer. Estas cositas se pierden como bitcoins en la lluvia cuando solo hay dos sombreros de copa dando vueltas, y la verdad es que hacen tan propio el juego que su desaparición se hace notar bastante, al menos en nuestras partidas a dos jugadores.

Si queréis un juego sencillo de reglas pero con profundidad suficiente, divertido (sobre todo a partir de 3), con dos expansiones incluidas que le dan variedad y con la marca de calidad que caracteriza a la editorial, no podéis fallar. Probadlo antes a dos, eso sí, que quizá a vosotros os guste más.

Página del juego en BGG: 1920 Wall Street

¡Hasta la próxima entrada!

¿Y tú que opinas?