¡Hola, parejitas jugonas!
Ser rey de tu reino conlleva grandes responsabilidades… y mucho azar por parte de los dados. Recuerda meter buena gente en tu pueblo, y si encima los metes en un barrio bueno, mejor que mejor.
Nº de jugadores: De 2 a 5
Tiempo de juego: 20 – 30 minutos
Autor: Nils Nilsson
Editorial: Haba
Empaquetado: Una cajita chiquita donde cabe todo, ni muy bien ni mal, caber cabe.
Antes de comenzar a jugar dividiremos las cartas en función de su tipo: cartas de lugar, de castigo o de habitantes. Las cartas de lugar las separaremos por tipos y las ordenaremos del valor más bajo al más alto, dejando este último, el más alto, arriba. Barajaremos por un lado las cartas de habitante y por otro las de castigo. Colocaremos las 5 primeras cartas de habitante, una debajo de cada localización de lugar. Y ya podemos comenzar.
Cada jugador, en su turno, realizará las siguientes fases:
- Tirar los dados: El jugador coge los 6 dados y los tira hasta 3 veces, pudiendo conservar de una tirada a otra los dados que quiera. No es obligatorio tirarlos 3 veces y puedes volver a tirar un dado que hubieras conservado de una tirada anterior
- Conseguir habitante: Si lo conseguido en los dados coincide con los requisitos de los dados de alguna de las cartas que hay en las cartas de lugar, el jugador puede reclamar el habitante. Además, si el color del habitante coincide con el de lugar donde se encuentra puedes llevarte la carta de lugar también. Si no consigues ninguna carta de habitante, debes robar una carta de castigo que te dará puntos negativos.
- Reponer las cartas: Si no hubiéramos conseguido un habitante, descartamos el habitante del último lugar de la fila. Si hubiéramos conseguido uno nada. Una vez hecho esto, desplazaremos todos los habitantes y rellenaremos de nuevo con una carta de habitante.
Y es el turno del siguiente jugador.
La partida termina cuando se acaba una de las pilas, tanto de habitante como de una de las localizaciones. Una vez hecho esto, se cuentan los puntos de las cartas y el jugador que más puntos tenga será el ganador.
El rey de los dados es uno de los títulos familiares para pasar la noche con los niños o con los papás, con reglas sencillas y fáciles de explicar a todos (y de recordar una y mil veces si hiciera falta). Con unos componentes sencillos y unas reglas por igual, el azar se hace el personaje principal del juego, y el estrés con cada tirada e intentando arriesgarte o mantener unos resultados sencillos.
El hecho de que cada personaje tenga una forma de conseguirse distinta ayuda mucho a que cada partida sea distinta y a que haya que pensar bien si seguir o quedarse quieto, o qué dados guardarse. Hay momentos en la partida en la que todo es posible, o varios personajes se pueden conseguir a la vez, y a veces las estrellas se alinean y o tienes suerte, o eso no hay quien lo consiga (cuando se te juntan muchos personajes de muchos puntos).
Como todo juego con un componente alto de azar, no esperes controlar la partida, sino que muchas veces un golpe de suerte ayuda más que toda estrategia que tengas. Puedes marcarte objetivos, pero no dudes en cambiar si hace falta en cualquier momento. Los dados son caprichosos y algo que parece facilísimo de conseguir puede convertirse en todo un reto.
El juego es rapidito, e incluso se puede modular el tiempo cambiando el numero de aldeanos en la baraja.
Un juego sencillito de jugar, divertido (si aguantas el azar que conlleva) y que no se hace largo en la mesa.
Na svidenje!