Juego de hoy: Klask

¡Hola, parejitas jugonas!

La madera nos vuelve locos, y los juegos grandotes de madera nos hacen más felices que una perdiz con lacito. El juego Klask venía avalado por grandes jugones de la ludosfera, pero… ¿habrá cumplido nuestras enormes expectativas?

Hoy jugamos a Klask.

Nº Jugadores: 2

Creador: Mikkel Bertselsen

Editorial: Jumbo

Empaquetado: Cajaza que nos vino reventada, y papel de burbujas… la caja bueno, normal, acomoda el juego. Viene una bolsita para los mini componentes chiquitos, y algún recambio por si se pierde (un imán y una bolita extra).

Tiempo de juego: 10 minutos o menos, pero es imposible que vayas a jugar menos de tres partidas completas.

Klask tiene unas reglas la mar de sencillas. Colocamos un pivote en cada lado, los tres imancitos en el centro y la pelota en un corner. El primero en ganar seis puntos gana la partida.

Se pueden ganar puntos por varias razones:

• Si metes la pelota en el agujerito contrario, un puntito.
• Si se cae tu peón imantado en tu portería, un punto para el otro.
• Si se te pegan dos imanes, un punto para el otro.
• Si tu peón imantado queda irrecuperable (se sale de la mesa, se va al otro lado del tablero y demás…), gana un punto el otro.

Con esta sencilla premisa, comienza una locura de rapidez y velocidad imantada, intentando que tu muñeco no salga despedido, a la vez intentando colar la bolita en el otro lado, y lanzarle los imancitos para fastidiarle.

Y el juego NOS ENCANTA. Lo tenemos ahora perenne en la mesa del café para acompañar a la sobremesa (literalmente) en pareja. Un juego de mesa (literalmente, ya paro) que tiene ese aspecto de clasicazo que nos gusta tantísimo. Juegos como Crokinole, Passé-Trappé o El billar holandés, son todos juegos que amamos tener cerca, pero normalmente ocupan mucho espacio y no se pueden tener todos por casa en todo momento. Juegos ideales para asociaciones de juegos, para tener su mesita dedicada.

Este Klask se queda, y nos va a encantar seguir sacándolo cada vez que tengamos un ratito. Nos está haciendo pasar tardes divinas, y este puede que, una vez nos asentemos, el pretexto para acabar pillando un crokinole de una vez. La velocidad de partida que ofrece, sin ser exagerada, y las sensaciones de juegote de los de gastar monedas en las maquinitas nos devuelve a ese niño interior que tenemos a la palestra.

Un pequeño video para que le echéis un vistazo a la mecánica:

 

Enlaces de interés:

Página del juego en BGG: Klask

Video-reseña de Análisis – Parálisis: Klask

¡Hasta la próxima entrada!